La Importancia de la Posición (I)

Una mesa de Hold’em completa se divide en tres partes. Se dice que los primeros tres jugadores están en Primeras Posiciones. Deben jugar antes que la mayoría de sus oponentes. Dado que están jugando primero, los jugadores en primeras posiciones deberían evitar jugar manos marginales. Después de todo, existen hasta nueve manos contrincantes más en la mesa. En lugar de eso, los jugadores en primeras posiciones deberían limitarse a jugar solamente manos de superior calidad.

El siguiente grupo de jugadores forma las Posiciones Intermedias. Han visto las jugadas de algunos de sus oponentes, por lo tanto tienen una idea de con qué se enfrentan. Si nadie ha envidado, los jugadores en posiciones intermedias no necesitan limitarse solamente a las manos iniciales de superior calidad. Otra ventaja de las posiciones intermedias es que existen menos jugadores que no han jugado, y entonces las posibilidades de que alguien le envide son menores.

El último grupo de jugadores está en Últimas Posiciones. Tienen la ventaja de haber visto jugar a la mayoría de sus oponentes. El último jugador es el que más ventaja posee de su lugar en la mesa. Ha visto jugar a todos, y si decide igualar una apuesta, no existe posibilidad de que alguien lo envide. Los jugadores en últimas posiciones pueden jugar una gama más amplia de manos iniciales porque ya saben a cuántos oponentes se están enfrentando.

La pauta general es jugar en forma muy selectiva en Primeras Posiciones limitándose solamente a las mejores manos iniciales. En Posiciones Intermedias, limítese a jugar buenas manos iniciales, pero necesitan ser las mejores. En Últimas Posiciones, los jugadores pueden darse el lujo de jugar de modo mucho más blando.

Por supuesto que existen diferentes estrategias de apuestas que pueden utilizarse dependiendo de su posición en la mesa y del juego de sus oponentes, pero lo primero que hay que comprender es que dónde esté sentado con respecto al croupier marca la diferencia.

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